"Estar expuestos a dos lenguas desde pequeños no retrasa el aprendizaje"
En su conferencia de ayer en
Club FARO, el profesor y psicólogo
Albert Costa dejó claro que "estar expuesto a dos lenguas desde pequeñito
no significa retraso en este aprendizaje" ni tampoco implica tener "un aprendizaje incompleto".
Sobre las cunas bilingües, Albert Costa indicó que un requisito para aprender dos lenguas es darse cuenta de que hay dos códigos diferentes. Explicó que "sabemos que los bebés al nacimiento son capaces de
distinguir lenguas que suenan muy diferentes, pero no las que son parecidas a nivel rítmico". Reconoció que esta conclusión le sorprende pero que se ha demostrado que otros animales como "las ratas también lo pueden hacer. Los bebés expuestos a las dos lenguas no se confunden, saben que es diferente".
Sin embargo, cuando los dos idiomas a los que se expone a un bebé son parecidos, los niños tardan más en diferenciarlos. La edad que se calcula que empiezan a hacerlo es a los
4,5 meses.
Albert Costa añadió que incluso se ha estudiado si los bebés son capaces de diferenciar lenguas observando el movimiento de los labios del interlocutor.
La
conclusión es que los bebés de seis meses son capaces de distinguirlas tanto sean monolingües o bilingües. No obstante, a los ocho meses, los monolingües, ya no pueden y los bilingües, sí.
En su charla, también indicó que "hay ciertas áreas del cerebro más implicadas en el procesamiento de una lengua que en otra" y que en caso de padecer una enfermedad degenerativa, el deterioro del dominio y control de los idiomas en un bilingüe avanza prácticamente a la par o al menos así lo han demostrado los estudios hasta ahora.
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